Una de las técnicas que va cobrando un mayor reconocimiento dentro del mundo de la podología y todo lo referente a la salud podal sería la de la reflexoterapia aplicada en el pie. Desde Alviflex os daremos una pequeña introducción al trema para que lo podáis conocer un poco más.
La reflexología podal se basa en la estimulación de una serie de puntos sobre los pies, éstos son conocidos como “zonas de reflejo”. Mediante un masaje manual, presionando estas zonas se consigue el efecto de producir unos reflejos en otras partes del cuerpo.
El origen de esta técnica re remonta a la civilización egipcia y en China hace ya más de 2000 años. Incluso se han encontrado documentos en los que se puede observar cómo aplicaban masajes a pies y manos. Descubrieron que aplicando presión en ciertos puntos de los pies se podía sentir ciertas sensaciones en otras partes del cuerpo.
Beneficios de la reflexología podal
La reflexología podal es una técnica que ayuda a lograr un equilibrio físico y mental, además de poder prevenir algunas enfermedades o síntomas de que algo no está bien en nuestro cuerpo. Los beneficios que se pueden conseguir son múltiples y vale la pena tenerlos en consideración. A continuación os listamos algunos de los más relevantes:
- Relajación y efecto calmante.
- Eliminar el estrés y los nervios acumulados.
- Mejorar y tratar los problemas de insomnio.
- Activación de la circulación sanguínea.
- Indicado para tratamientos depurativos y de eliminación de toxinas.
- Activación del sistema inmunológico.
- Ideal para aflojar contracturas y para algunas lesiones leves.
Pero como en todo tipo de tratamientos también hay que tener en cuenta que puede tener algunas contraindicaciones que deben saberse antes de iniciar la reflexoterapia. Son casos muy exclusivos y que como en todo, antes de nada se debe consultar a un especialista. Entre las personas que padecen de estos síntomas o problemas no se tendría que recurrir a la reflexoterapia podal:
- Embarazos de riesgo.
- Padecer de procesos agudos de fiebre.
- Infecciones.
- Enfermedades cardiovasculares (infartos, anginas de pecho..)
- Osteoporosis.
- Enfermedades crónicas.
- Pacientes con cáncer y sobre todo con metástasis.
- Diabéticos.
- Personas con callosidades en los pies u hongos.
- Personas que padecen de flebitis o trombosis.
Recurrir a terapias alternativas no es algo malo siempre que se valoren todos los riesgos que puedan conllevar. Se pueden tomar como una vía complementaria a otros tipos de tratamientos y siempre consultándolo con un especialista antes de iniciar cualquier movimiento. Los beneficios de la reflexología podal son muchos y se pueden observar a corto plazo pero también se debe ser consciente de las contraindicaciones.
A modo de resumen se podría decir que la reflexología podal es una terapia natural que ayuda a conseguir un reequilibrio del organismo gracias a regular los procesos internos del cuerpo. Siempre siendo consciente de que no es una técnica curativa sino preventiva, ya que no solamente se pueden tratar enfermedades sino que también logra ayudar a realizar un diagnóstico sobre las posibles enfermedades.