Los huesos sesamoideos, ubicados en el dedo gordo de nuestros pies, son fundamentales para el correcto funcionamiento de esta zona, especialmente al realizar actividades como caminar o correr. La inflamación de esta área se conoce como sesamoiditis, un problema que puede generar muchas molestias pues estos huesos sirven de palanca para los tendones, cumpliendo una función muy importante en la mecánica del pie.
La sesamoiditis no solo se origina por una marcha demasiado fuerte o intensa en pies cuyas cargas no están bien distribuidas, sino que también es producida por el uso de zapatos de tacón de forma frecuente, o por algún tropiezo particular que toca el hueso sensibilizándolo. Esta inflamación puede ir aumentando hasta volverse crónica, por ello resulta muy importante atenderla a tiempo.
Solo en casos extremos la sesamoiditis conduce a medidas mayores, como la de inmovilizar el pie con un yeso o férula. Normalmente para mejorar esta condición se recomienda el uso de zapatos cómodos dejando a un lado los tacones para permitir que el hueso se recupere.
Algunas precauciones que podemos tomar
Es importante reposar de manera adecuada, evitar caminar distancias muy prolongadas y llevar un estricto tratamiento recomendado por un médico a base de antiinflamatorios y analgésicos para mejorar el cuadro.
El uso de zapatos terapéuticos con hormas anatómicas puede también ayudarnos a mejorar la sesamoiditis, aunque se deben tomar muy en cuenta las recomendaciones anteriores.
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